Nosotras las mujeres jugamos un papel esencial y más aún en el desarrollo de las zonas rurales que, sin embargo, a menudo es escasamente valorado en comparación con el del hombre. A pesar de realizar una parte importante del trabajo, las mujeres no son percibidas como responsables del crecimiento económico y apenas participan en la gestión de los recursos productivos y naturales.
En la zona norte del Perú, exactamente en el departamento de Piura, esta circunstancia entronca con una realidad marcada entorno de violencia de género arraigada que afecta a una parte importante de las mujeres (ocho de cada diez han sido víctimas de abusos psicológicos como amenazas o control de su vida por parte de la pareja). El nivel educativo, como en tantas otras comunidades desfavorecidas de América Latina, presenta disfunciones notables. El 30% de los jóvenes tanto hombres, mujeres en edad de cursar Secundaria no va a la escuela y el nivel de analfabetismo en las mujeres es 21 puntos porcentuales superior a los hombres.
PDT: “La diferencia en la educación y en el trato a mujeres y varones crea desigualdad y disminuye las posibilidades de desarrollo de las personas…"